Nos han hablado de Dios desde la infancia y, sin embargo, qué diferente es conocerle en primera persona y no de oídas; tratarle con la confianza familiar de un hijo y su padre. Pero, al mismo tiempo, qué difícil nos parece. Nuestra mente embotada y aturdida, nuestra sensibilidad corporal y vital, nos dificulta enormemente esta relación paternal. Porque no le vemos. Porque no le tocamos.
Dios ha prometido amarte siempre y para ver y vivir todas estas promesa cumplidas, se hace necesario obtener un convencimiento experiencial de su existencia y de su acontecer en tu vida.
El Curso Ahavá es una ayuda dinámica para facilitar esa relación entre tú y Dios. Para conocer por ti mismo cómo te ama. Una ayuda para abrir los ojos del alma y dejarse tocar el corazón por Dios.